. NOMBRE. LUIS . VELÀSQUEZ. AGÁMEZ.
BIOLOGÍA. PRIMER SEMESTRE
TÉCNICAS PARA AGILIZAR LA MENTE
EL AJEDREZ ha hecho de su práctica un
verdadero arte de la estrategia, ha partir de las jugadas desarrolladas por sus
más destacados cultores. Por su parte,
El SUDOKU. es un juego de origen
japonés, una especie de crucigrama numérico que consiste en rellenar casillas
con números, de forma tal, que en cada columna y en cada fila, no se repita
ningún número. Se hizo muy popular en Japón, desde donde su práctica se ha
extendido a todo el mundo. Estos y otros juegos, ejercicios y estrategias
para desarrollar la capacidad de calculo y memoria,
ayudan a agilizar la mente y previenen del deterioro mental, ya que al ejercitar
el cerebro agiliza la memoria
Leer un libro
Toma un libro que verse sobre un asunto que te sea completamente novedoso. Lee una novela que transcurra en el antiguo Egipto. Aprende algo de economía. Existen multitud de libros populares excelentes que tocan temas de no-ficción y que además de entretener cumplen el cometido de enseñar un montón de cosas sobre un tema concreto. Conviértete cada semana en un experto en algo nuevo. Diversifica un poco tus lecturas, abandona los temas que te son familiares. Si normalmente lees libros de historia, pásate a una novela contemporánea. Lee a autores extranjeros, a los clásicos y elige otros al azar. Tu cerebro no solo se verá beneficiado por tener que trabajar imaginando otros períodos históricos, otras culturas y otras gentes, sino que además obtendrás historias interesantes que contarle a los demás, lo cual te hará pensar y establecer conexiones entre la vida moderna y las palabras.
Juega un poco
Los juegos son una forma maravillosa de excitar y retar al cerebro. Los sudokus, crucigramas y juegos electrónicos son formas estupendas de mejorar la agilidad cerebral y la capacidad de memorizar. Estos juegos se basan en la lógica y en las capacidades verbales, matemáticas, etc. Además son divertidos. Se obtiene más beneficio practicando estos juegos un poquito cada día (15 minutos, más o menos) que haciéndolo durante horas.
Usa tu otra mano
Pasa el día haciendo cosas con tu mano no dominante. Si eres zurdo abre las puertas con la mano derecha. Si eres diestro intenta usar las llaves con la mano izquierda. Esta sencilla tarea hará que tu cerebro establezca algunas conexiones nuevas y tenga que repensar la forma de realizar las tareas diarias. Ponte el reloj en la mano contraria para que recuerdes el reto del cambio de mano en las tareas.
Apréndete los números de teléfono
Nuestros modernos móviles memorizan todos los números que nos llaman. Nadie ha vuelto a esforzarse en recordar los números de teléfono, pero es una estupenda actividad para ejercitar la memoria. Apréndete un nuevo número de teléfono cada día.
Come para tu cerebro
Tu cerebro necesita que comas grasas saludables. Céntrate en las grasas de pescado como las del salmón salvaje, frutos secos como las nueces, y aceites como el de linaza u oliva. Ingiere más esta clase de alimentos y reduce las grasas saturadas. Elimina por completo los ácidos transgrasos de tu dieta.
Rompe con la rutina
Nos encantan las rutinas. Tenemos hobbies y pasatiempos que podemos hacer durante horas. Pero cuanto más nos habituamos a una tarea más se convierte en una naturaleza arraigada y menos trabaja nuestro cerebro al hacerla. Para ayudar de verdad a que tu cerebro se mantenga joven, rétalo. Cambia la ruta hacia el supermercado, usa tu mano contraria para abrir las puertas y cómete primero el postre. Todo esto forzará a tu cerebro a despertarse de sus hábitos y a prestar atención de nuevo.
Toma un libro que verse sobre un asunto que te sea completamente novedoso. Lee una novela que transcurra en el antiguo Egipto. Aprende algo de economía. Existen multitud de libros populares excelentes que tocan temas de no-ficción y que además de entretener cumplen el cometido de enseñar un montón de cosas sobre un tema concreto. Conviértete cada semana en un experto en algo nuevo. Diversifica un poco tus lecturas, abandona los temas que te son familiares. Si normalmente lees libros de historia, pásate a una novela contemporánea. Lee a autores extranjeros, a los clásicos y elige otros al azar. Tu cerebro no solo se verá beneficiado por tener que trabajar imaginando otros períodos históricos, otras culturas y otras gentes, sino que además obtendrás historias interesantes que contarle a los demás, lo cual te hará pensar y establecer conexiones entre la vida moderna y las palabras.
Juega un poco
Los juegos son una forma maravillosa de excitar y retar al cerebro. Los sudokus, crucigramas y juegos electrónicos son formas estupendas de mejorar la agilidad cerebral y la capacidad de memorizar. Estos juegos se basan en la lógica y en las capacidades verbales, matemáticas, etc. Además son divertidos. Se obtiene más beneficio practicando estos juegos un poquito cada día (15 minutos, más o menos) que haciéndolo durante horas.
Usa tu otra mano
Pasa el día haciendo cosas con tu mano no dominante. Si eres zurdo abre las puertas con la mano derecha. Si eres diestro intenta usar las llaves con la mano izquierda. Esta sencilla tarea hará que tu cerebro establezca algunas conexiones nuevas y tenga que repensar la forma de realizar las tareas diarias. Ponte el reloj en la mano contraria para que recuerdes el reto del cambio de mano en las tareas.
Apréndete los números de teléfono
Nuestros modernos móviles memorizan todos los números que nos llaman. Nadie ha vuelto a esforzarse en recordar los números de teléfono, pero es una estupenda actividad para ejercitar la memoria. Apréndete un nuevo número de teléfono cada día.
Come para tu cerebro
Tu cerebro necesita que comas grasas saludables. Céntrate en las grasas de pescado como las del salmón salvaje, frutos secos como las nueces, y aceites como el de linaza u oliva. Ingiere más esta clase de alimentos y reduce las grasas saturadas. Elimina por completo los ácidos transgrasos de tu dieta.
Rompe con la rutina
Nos encantan las rutinas. Tenemos hobbies y pasatiempos que podemos hacer durante horas. Pero cuanto más nos habituamos a una tarea más se convierte en una naturaleza arraigada y menos trabaja nuestro cerebro al hacerla. Para ayudar de verdad a que tu cerebro se mantenga joven, rétalo. Cambia la ruta hacia el supermercado, usa tu mano contraria para abrir las puertas y cómete primero el postre. Todo esto forzará a tu cerebro a despertarse de sus hábitos y a prestar atención de nuevo.
Vete por un sitio diferente
En coche, o a pie, busca nuevas rutas para llegar a donde quiera que vayas. Este pequeño cambio en la rutina ayuda al cerebro a practicar con la memoria espacial y las direcciones. Intenta cambiar de acera y altera el orden en que visitas tus tiendas preferidas para así cambiar la rutina.
Adquiere una nueva habilidad
Aprender una nueva habilidad pone a trabajar a múltiples áreas cerebrales. Tu memoria entrará en juego, aprenderás nuevos movimientos y asociarás las cosas de un modo diferente. Lee a Shakespeare, aprende a cocinar o a construir un avión con palillos, todo sirve para retar al cerebro y darte cosas nuevas en las que pensar.
Haz listas
Las listas son maravillosas. Hacer listas nos ayuda a asociar unos datos con otros. Haz una lista de los lugares a los que has viajado. Haz una lista de todas las comidas sabrosas que has probado. Haz una lista con los mejores regalos que has recibido. Haz una lista mental diaria para ejercitar a la memoria y para conseguir nuevas conexiones cerebrales. Pero no dependas demasiado de ellas, haz una lista con todo lo que necesitas comprar pero luego trata de no usarla en el supermercado. Usa la lista una vez que hayas metido todos los productos en la cesta simplemente para comprobar tu memoria. Haz lo mismo con tu agenda de quehaceres diarios.
Elige un nuevo hobby
Encuentra algo que te cautive, que puedas hacer fácilmente en casa y que no cueste demasiado dinero. Haz fotografías con una cámara digital, aprende a dibujar o a tocar un instrumento, practica nuevos estilos de cocina o escribe. Todas estas son buenas elecciones.
La mayoría de la personas normales por lo general solemos hacernos perezosas con el tiempo, lo que ocasiona que nuestro cerebro también adopte estas costumbres y cada ves sean mas notables, sin embargo, si decidiéramos hacer por lo menos tres de estas diez cosas que eh puesto en el POST, nuestra vida cambiaría bruscamente con beneficios increíbles que nos ayudaran a ser mejores personas. INTÉNTALO!
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Al contrario de lo que muchos
piensan, el ocio no es lo mismo que el tiempo libre. El comúnmente llamado
tiempo libre es el tiempo restante, el que nos sobra por así decirlo, y que es
una materia prima valiosa que, invertida adecuadamente, puede ser altamente
gratificante o por el contrario llevarnos al aburrimiento, todo depende de cómo
lo utilicemos. Ese tiempo lo podríamos invertir en ocio.
Aquí debo hacer una distinción importante entre lo que se entiende
por ocio activo y ocio pasivo. El ocio pasivo es el no “hacer nada”, el esperar
a los estímulos y reaccionar, por lo tanto nos convertimos en seres re -
activos. Un ejemplo de esto sería ver la televisión, ir al cine o cosas de
cierta índole. El ocio activo, por el contrario, es el tiempo que invertimos en
proyectos, con el que nos desarrollamos personalmente y en el que podemos
potenciar nuestra creatividad. Tal como dice Csikszentmihalyi, el ocio es
necesario para la creatividad.
Esta clase de ocio sería más pro – activo, ya que no reaccionamos a unos
estímulos externos, sino que proyectamos, planeamos y creamos lo que queremos
hacer. El ocio educado, ya lo decía Oscar Wilde, es la condición perfecta del
hombre. Por lo tanto, donde deberíamos invertir es en el ocio activo.
Desgraciadamente, la sociedad se ha empeñado en convertir el ocio en consumo.
Nos enseña que poseer cosas es lo importante, y desdeña el enriquecimiento
personal. La creatividad es una forma de ir más allá de lo
establecido, y eso genera temor a ciertos sectores. Si se puede tener a la
gente entretenida mediante ocio pasivo o con el consumismo, no hay de qué
preocuparse. Tal como reza el aforismo romano, al pueblo, pan y circo. Tampoco
interesa que la gente se aburra. Según Csikszentmihalyi el ocio es peligroso por dos
razones fundamentales: La primera consiste en que la mente necesita estar
ocupada en algo; la falta de actividad, por baja que sea puede generar
patologías. La segunda es la televisión, que está cargada de males tales como
hacerte desear productos(consumismo), objetos materiales, etc… por lo tanto se
precisa de un trabajo mejor, o en la mayoría de los casos, de más horas para
conseguir comprar todo aquello que se desea.
Cuando el aburrimiento nos invade
no sabemos que hacer para salir de esa situación. Hay veces que incluso no
tenemos fuerzas ni estrategias ni siquiera para plantearnos hacer otra cosa. Lo
más fácil sigue siendo dejarse llevar y acabar viendo la televisión.